En la época prehispánica Oaxaca se dividía en dos grandes reinos, los zapotecos y los mixtecos, ellos tenían constantes peleas constantes, dentro de éstas se encuentra la historia del rey zapoteca Cosijoeza y la reina Coloyocaltzin. Ellos tuvieron un hijo, Cosijopi, quien fue enviado a la región del Istmo de Tehuantepec a gobernar, él tuvo una hija, la princesa Donají.
Las guerras comenzaron de nuevo entre los zapotecas de Zaachila, la capital política para ellos, y los mixtecos, que se establecieron en Monte Albán después de su abandono. Los mixtecos atacaron Zaachila y, para terminar la guerra, tomaron a la princesa Donají como rehén de paz. Entonces los zapotecas contraatacaron Monte Albán y por ser un ataque repentino, los mixtecos huyeron y decapitaron a la princesa. Después de eso, confesaron el lugar donde enterraron el cuerpo, aunque nunca dijeron el lugar donde se encontraba la cabeza, lo cual permaneció como secreto dando nacimiento a la leyenda.
La leyenda de la princesa Donají dice que un pastorcillo que cuidaba sus animales, en lo que hoy se conoce como San Agustín de las Juntas, encontró un lirio silvestre, flor también conocida como azucena, y en vez de cortarla solamente desde el tallo, decidió arrancarla de raíz. Cuando cavaba pudo ver una oreja humana, después la cabeza completa la cual se dice que se preservaba intacta y que pertenecía a la princesa Donají.
Gracias a las ricas decoraciones que presentaba se pudo determinar que era ella. Tiempo después, tanto cuerpo como cabeza se sepultaron en el templo de Cuilapan. Se cree que esto se debió a que la importancia del personaje atraería más fieles devotos a la religión católica, como dato complementario se dice que se bautizó a la princesa como Juana Cortés.
Cuál es la estructura
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