Jóvenes universitarios de distintas instituciones educativas del estado de Oaxaca manifiestan estar en desacuerdo y mostrar apatía hacia los partidos políticos pues afirman que éstos no van en busca del bien común, sino personal. Esta conducta se deja ver en la escasa participación de este sector en los procesos de elección popular.
La relación que existe entre los jóvenes, la política y las nuevas formas de participación ciudadana, no responde a los esquemas convencionales que deben situarse en el entorno socio-político ante la situación que vive actualmente el país. La mayoría de ellos permanecen indiferentes frente a las propuestas de candidatos y partidos políticos debido al actuar poco congruente de los implicados, así lo señalan jóvenes universitarios del estado.
En recientes estudios se fortalece la idea del poco o nulo interés de los jóvenes en la política y en diferentes niveles de participación ciudadana juvenil, lo cual es necesario analizar con cuidado, para no alimentar una imagen negativa de este sector social. La juventud justifica su posición a través de argumentos que califican como “evidentes”, pues aseguran que existe un actuar incongruentes entre algunos funcionarios. La percepción actual de este sector apunta hacia la existencia de una política individualista y no colectiva.
En la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se manifestó que los jóvenes mexicanos están: poco o nada interesados en la política, debido a que el 89.6% de los encuestados mostró indiferencia a este tema mientras que el 9.5% declaró estar muy interesado, dichas cifras adquieren relevancia debido a la evidente necesidad de ideas jóvenes dentro de la construcción de la sociedad.
Sin embargo se debe considerar el porqué de la apatía de los jóvenes hacia el ámbito político. Ante ello Sidney Santillán Venegas, estudiante de Derecho de la Universidad Internacional del Pacífico (UNIP), expresó que “No se confía en la clase política, porque en realidad la política que se hace no es en busca de un bien común sino del bien de unos cuantos y todo eso se genera desde las clases sociales ya tradicionales”. Los jóvenes encuestados refieren la existencia conductas repetitivas y estancadas dentro del quehacer público.
Con esta declaración se entiende que los jóvenes desconfían de la clase política y ello los lleva a no participar en este círculo, ya que consideran que su ideal no encaja ahí, tal como lo expresa Uriel Valentín, universitario oaxaqueño: “el deber ser es buscar el bien común de la sociedad a través de diversas decisiones lo cual en los últimos años ha quedado evidenciado que se hace todo lo contrario en el sistema en el que vivimos puesto que la política hoy en día en nuestro país es vista únicamente como una de las formas más relevantes para la obtención de poder”.
En este sentido, se afirma que los jóvenes no se interesan en la política por los actores que hay en ella, no porque el tema no les interesa, y la única opción que consideran los hace partícipes es votar. De esta manera lo expresa Ivonne Figueroa, estudiante universitaria de Oaxaca, “la participación política de los jóvenes incursiona en solo dos vertientes, los que van para candidatos y los que se oponen a toda acción gubernamental, sin embargo pienso que ninguna de las dos provee una solución, y hay una tercera, que aparentemente es la más efectiva, los votantes“.
Con estas declaraciones, y tomando en cuenta un estudio que publicaron El Colegio de México y Berumen, en el que se refleja la dinámica de la cultura política y la participación ciudadana entre los jóvenes de 18 a 29 años durante las elecciones de 2012, se puede establecer lo siguiente:
Los jóvenes piensan que el gobierno se ocupa poco, 60.1%, o nada, 29.2%, de sus demandas. Ocurre algo similar en el caso de los políticos: el 56% consideran que les interesan poco los jóvenes y el 28% que no les preocupan en lo absoluto. Un 23% cree que a nadie le interesan los jóvenes, a pesar que en México la población joven pasó de 23.9 a 31.4 millones en los últimos años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A partir de estos resultados, es conveniente pensar que las formas de participación política de los jóvenes en su mayoría no responde a los paradigmas ni esquemas tradicionales, puesto que los jóvenes prefieren mantenerse alejados de este ámbito social porque no les parece que los políticos actúen de acuerdo al bien común, sino al personal. Es por ello que resulta trascendente, para la clase política, crear elementos congruentes en su actuar, para tratar de erradicar el comportamiento distante por parte de la juventud.
Por otra parte, el 91% de los jóvenes expresó su intención de ir a votar y 73% cree que el voto es útil para la creación de un sistema de buenas acciones. Este elemento hace pensar, para el país, en una esperanza de transformación en el imaginario y la acción juvenil.
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