Luis Zepahua
Olores, texturas, sabores y experiencias es algo que se experimenta al vivir o visitar Oaxaca, un lugar con una amplia diversidad gastronómica donde las personas podrán encontrar algo con lo cual se enamoraran y buscarán seguir degustándolo.
Cada estado y ciudad de la República Mexicana tiene costumbres y tradiciones que los hacen únicos ante los demás, éstas provocan un deseo por experimentarlas así como conocer el porqué de su causa; en Oaxaca la gastronomía es una elemento muy atractivo para todos los visitantes debido a su gran diversidad de sabores, colores y texturas.
Algunos de los hábitos más comunes relacionados a la gastronomía son: el comer gelatinas de noche, comer dulces regionales en el Jardín Sócrates, degustar un agua fresca en el mercado Benito Juárez, entre muchos más.
En la Verde Antequera los puestos de gelatinas se ponen cuando comienza el atardecer, esto es parte de un hábito entre los oaxaqueños después de un día arduo de trabajo al ir para sus casas comen una gelatina para llegar a cenar en compañía de sus seres queridos; uno de los puestos más conocidos o visitados es el que se encuentra a un costado de la Iglesia de la Merced, entre la calle independencia esquina Manuel Doblado.
En este puesto se encuentra una señora que vende gelatinas en vaso de vidrio o plástico, lo peculiar de sus gelatinas y que la hace destacar es el rompope que ella misma prepara, además que sus saborizantes son naturales. La mujer pone su mesa a partir de las siete de la noche esperando ahí hasta que sus gelatinas se le terminen.
Por otra parte los dulces regionales como negüanitos, empanadas de lechecilla, piña, coco, barquillos, ates, piedrazos, mangos en vinagre, entre muchos otros son parte de la gastronomía tradicional de Oaxaca, los puestos más populares están en el Jardín Sócrates, ubicado sobre la calle independencia a un costado de la basílica de la Soledad y del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
Esta peculiar plaza cuenta con la fuente de bronce más antigua de la ciudad, de finales de 1800, aquí se disfrutan, además de los antojitos, nieves de todos los sabores las típicas de limón, beso de ángel, nanche, guanábana, hasta algunas poco conocidas como la de aguacate, elote, chicozapote entre otras.
A unas cuadras de esta plazuela, está el mercado Benito Juárez donde las personas podrán encontrar quesillo, mezcal, chapulines, aguas frescas, chocolate, comida típica oaxaqueña las cuales se puede disfrutar en familia, con amigos en un ambiente agradable.
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